Con ilusión, esfuerzo, determinación… Como empiezan la mayoría de las empresas que van escribiendo su historia a lo largo de los años, evolucionando hasta consolidarse y convertirse en un referente… Así empezó la de Galletes Rossellons.
La nuestra es una historia familiar, donde la tradición y el aprecio por las cosas sencillas han sido determinantes para ir creciendo y consolidando una empresa que empezó cuando nuestros fundadores, los hermanos Joan y Toni Rosselló, con 17 y 22 años respectivamente, adquirieron la maquinaria de la fábrica de Galletas Gelabert en Llubí, que acababa de cerrar sus puertas debido a la jubilación de sus dueños, y la trasladaron a Porreres.
Corría el año 1978 y las galletas de barquillo Bòer, Fresqueta, que ya fabricaba Gelabert, fue el primer producto que salió de nuestra fábrica, ubicada en la calle del Molí den Negre, y el único durante los primeros años.
Corría el año 1978 y las galletas de barquillo Bòer, Fresqueta, que ya fabricaba Gelabert, fue el primer producto que salió de nuestra fábrica, ubicada en la calle del Molí den Negre, y el único durante los primeros años.
Más tarde se fueron sumando las tradicionales galletes d’oli, los turrones, los productos para repostería y en el año 2002 adquirimos la fábrica de fideos Bendinat a la familia Mestre, también de Porreres. A día de hoy somos los únicos que seguimos fabricando los fideos y las típicas burballes mallorquinas.
Con el paso de los años fuimos creciendo y en 2008 nos trasladamos a nuestro emplazamiento actual para poder hacer frente al incremento de la producción.
43 años después nos sentimos orgullosos del camino recorrido. Los productos Rossellons están presentes prácticamente en todos los supermercados y colmados, no solo de Mallorca, sino también del resto de las islas.
Junto a los hermanos Rosselló y sus hijos trabajan con nosotros un equipo magnífico de empleados que hacen posible que la historia continúe.
Más tarde se fueron sumando las tradicionales galletes d’oli, los turrones, los productos para repostería y en el año 2002 adquirimos la fábrica de fideos Bendinat a la familia Mestre, también de Porreres. A día de hoy somos los únicos que seguimos fabricando los fideos y las típicas burballes mallorquinas.
Con el paso de los años fuimos creciendo y en 2008 nos trasladamos a nuestro emplazamiento actual para poder hacer frente al incremento de la producción.
43 años después nos sentimos orgullosos del camino recorrido. Los productos Rossellons están presentes prácticamente en todos los supermercados y colmados, no solo de Mallorca, sino también del resto de las islas.
Junto a los hermanos Rosselló y sus hijos trabajan con nosotros un equipo magnífico de empleados que hacen posible que la historia continúe.
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